Hay gente













Hay gente que tropieza conmigo a lo largo del camino. 
No puedo distinguir quien las pone ahí, 
lo truculento de los propósitos.  
Allá fueron. 
Lo menos intrigante fue su misión de encontrarnos, 
recordar que el camino ha sido interesante.
Conversamos, no indago nada, sólo permito que el tiempo, 
al primer tropezón se vaya. 
Me abrazan intentando desatar algún nuevo nudo, 
y como los nudos tienen la misma lisura, 
sonríen, contentos de las constataciones. 
Nadie quiere sorpresas
ni lo inesperado de las valoraciones. 
Que nada escandalice el choque.
Esta gente y yo tratamos de presentar la carta de siempre, 
corrupta por los días, con un antifaz translúcido. 
Nos reímos de cómo nuestras capas se hacen tan rutinarias en esta vida 
y no podemos merecer más,
vamos bien, al abrazo, al repetirnos.

Comentarios

Entradas populares