Caída
Luego de esperar la lluvia, cada atardecer, hoy mucho antes del amanecer,
irrumpió un aguacero con truenos que hizo pensar en una tormenta.
Las plantas, felices, celebran su encuentro con el sol.
El alborozo de ellos juntos, viviendo, deja ver
a las raíces de verdad incorporadas, atentas a la nutrición perfecta.
Son las cinco de la mañana y un cernido ligero apenas queda.
Totalmente sin testosterona, siento en mi carencia sensorial,
la falta no solo ánimo, si no de un ánimo para el ánimo.
Y el halo de su ministerio.
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