Como remate


Elsa es el ciclón. Ahora mismo, a las 8 de la mañana, hay una quietud sospechosa.

En el patio no se mueve ni una hoja.

El cielo, claro y despejado, tiene el misterio de lo queserá, y su corte irregular 

sobre las copas de los árboles, nos aconseja temer,

tener expectativas, desilusión ante su quietud.

Yo respiro con ansia.

Elsa se mueve en el mar y promete 

visitarnos esta noche.

De noche los ciclones interrumpen el sueño, 

y las energías menguadas, hacen que

la imaginación tenga su inventario.

Ya casi está aquí. 

Enfrentaremos cualquier cosa.

Al final hay que morir, obligados por esta materia que nos confirma.

Yo voy a veces demasiado aprisa por este camino

y la vida así, no siempre es aburrida.

Continúa todo en clama.

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