Luces
Cientos de luces enfrente recuerdan dignas mi abstención.
No participar está por debajo de ellas en ese monte oscuro y sin formas
que de todas maneras termina en la luz.
Si me abstengo, el destello de ellas, fulgurando a través de las nubes,
decidirá lo precario, pondría nombre a la renuncia.
Para qué contarlas, si en su afán numérico representan a todas,
casi colgadas de la nada, dando el toque de lo que brilla, y más, ilumina.
Frente a mí, quietas, conscientes de su carácter sempiterno,
apenas parpadean,
absortas en su papel de mantener viva la resolución en contra.
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