Tiendo a lo mismo

Tiendo a lo mismo y nada resuelvo sabiéndolo; me dejo llevar por fuerzas que veo.
Si el jardín está sucio, voy con pala y azadón y bolsas de basura y recojo, 
muevo la tierra de las plantas, escarbo, podo. 
Pasa un transeúnte desprevenido y exclama que el jardín ha quedado limpio.
Pero realmente pateé la flor, me desplacé de una esquina a la otra contando las hojas.
El vecino se une al transeúnte para ponerse las manos bajo las quijadas, qué cambio, cómo reluce todo.
Yo me persigno frente a la belleza y no puedo hacer más que compararme.
Al final, habrá un final antes del final, el día llegará a su fin y todo lo que está ocurriendo 
en su interior no será sino nostalgia.
Qué suciedad!.  Hay una parte de mí con un nihilismo cínico incapaz de crear nada.
Que ocupa espacios y lava su rastro, lo que hace es tirar sonrisas, amagos de sonrisas.












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